miércoles, 29 de abril de 2009

Al son de Buda

Recientemente ha aparecido una curiosa noticia en lainformacion.com. Se trata de unos monjes budistas que, al ver como descendía el número de fieles que se refugiaban en los monasterios para encontrar los caminos de Buda, han decidido difundir su mensaje a través del hip-hop.

Han bajado de los montes, aparcando momentáneamente sus vidas de ermitaños religiosos, para predicar su mensaje en los bares de Tokio. Probablemente sus letras plantearán koanes -preguntas abstractas a través de las que se accede al conocimiento sublime. Si tienen suerte, los jóvenes con pantalones caídos que enseñan sus calzoncillos por un reclamo de la moda, canturrearán los tonos budistas y se iluminará en su interior una luz; la llamada de Buda.

El materialismo moderno deja en segundo plano las cuestiones de trascendencia mística, las grandes preguntas. El hecho de que los perseverantes monjes bajen a la ciudad dice mucho a su favor. Acuden a un terreno material -cuando ellos se mueven entre la abstracción- para conseguir que sus ideas y sus valores pervivan. Paralelamente, modernizan el canal de difusión de su mensaje, independientemente de que pueda parecer gracioso, ridículo o cualquier posible juicio de valor que pueda desprenderse de su heroica iniciativa.

Se adaptan a los nuevos tiempos y a sus nuevos problemas actuando y no dejando que el contexto termine con sus creencias. Esta es su forma de no conformarse con lo que nuestro tiempo les da. Esta es su forma de cambiar el destino.

1 comentario:

  1. Si Rouco se entera compondrá una versión hip hop del padrenuestro. Fuera bromas, el hip hop es más que una moda, es una manera de comunicar, un canal con el que llegar a un público determinado (cada vez más amplio). El medio nunca sería lo ridículo, en todo caso podría serlo el mensaje.

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